Los ebooks se imponen y hacen peligrar el mercado tradicional del libro impreso

El libro electrónico se está imponiendo en el mercado frente al clásico de papel y tapa dura en muchas partes del mundo. Así ocurre en India, Australia, Reino Unido y Estados Unidos. Por su parte Japón y Francia figuran en la cola de la lista, según datos de una encuesta de Bowker Global eBook Research, que cita Monday Note. En el cuadro que figura a continuación se muestran datos de compras de ebooks por Internet en los seis meses anteriores a la encuesta.

Curiosamente el nivel de compras no está relacionado con el grado de cultura en la población. Francia cuenta con un alto nivel cultural pero su población compra en Internet cinco veces menos  libros electrónicos que India. Según la encuesta de Bowker, más del 50 por ciento de los encuestados en India y Brasil están dispuestos a comprar un libro electrónico en los próximos seis meses. Evidentemente esto puede contribuir a umentar el grado de conocimiento y cultura en los países emergentes, como los dos citados, en contraste con la situación en países con arraigada tradición cultural mediante el libro de impresión clásica.

Entre 2002 y 2011, en el mercado de EEUU, el registro ISBN creció en un 61% y alcanzó los 347,178 nuevos títulos, tomando solo en cuenta los libros que entran en una categoría identificada, como Artes, Biografía, Negocios, etc. y excluyendo  el gran segmento  etiquetado como no tradicional, que incluye las reimpresiones, dominio público y los títulos impresos bajo demanda. La irrupción de aparatos como el Kindle y el iPad en el mercado del libro electrónico ha influido en estas cifras notablemente ya quelos recuentos de ISBN no proporcionan un desglose entre  impreso y digital.

En los últimos nueve años,  a algunos segmentos de la publicación de libros  les fue mejor que otros. La ficción dobla a todas las demás categorías juntas y el medio digital es el elegido para la lectura de este género por varias razones: a) los libros electrónicos son más baratos que los de imprenta y la  elasticidad de precios es un hecho probado, cuanto más barato es un libro más accesible es para el lector, evidentemente. b) el ‘e-commerce’  genera  impulso de compra;  c) los lectores pueden probar el producto de manera más eficiente que en el mundo impreso. Amazon e  iBooks  facilitan ejemplares y avances de lectura de forma gratuita.

Por lo que se refiere a los libros de historia es evidente que tienen que competir con el amplísimo material disponible en interneet. Recordemos el caso de la Enciclopedia Británica que ha cancelado su impresión  después de 244 años de servicio, vencida por la Wikipedia de 11 años de edad. Es más que probable que la mayoría de los editores de libros de historia sigan la misma suerte. Y algo semejante ocurrirá con los libros de viajes y de gramática. Todo está en la web.

Naturalmente la víctima principal de la irrupción de lois libros electrónicos es probable que sean las librerías. En una ciudad como Nueva York existían alrededor de 330 librerías en los años cincuenta. Ahora  se han reducido a 30 o incluso menos, según relata André Schiffrin, ex director de Pantheon Books, en su libro “Words & Money”.

Países como Francia o Alemania tienen leyes que protegen a las librerías independientes y a sus ciudadanos les agradan las recomendaciones, más cercanas y cálidas, de los libreros que las sugerencias impersonales, basadas en  encuestas y algoritmos, que proporcionan los expendedores de libros electrónicos. Pero, ¿cuánto tiempo durará esto?, finaliza el artículo de Monday Note.

Felicitación Navideña