Las plataformas online como LinkendIn hacen mucho más fácil a las empresas encontrar a empleados con el talento o las habilidades que precisan. Dan a las compañías la oportunidad de reclutar y comprometer a los empleados con el proyecto empresarial. Pero al mismo tiempo, también hacen más difícil retener a esos talentos. La exposición y la transparencia que proporcionan estas plataformas hacen que haya abundante información disponible a la hora de tomar decisiones. Y esto es un proceso que funciona en ambos lados, porque también los individuos pueden conocer las opiniones de otras personas sobre la solidez de la compañía, la ambición de sus objetivos o el ambiente laboral.
Estas son algunas de las reflexiones que ofrece Mckinsey en un análisis sobre nuevas tendencias en el mercado laboral recién publicado en su web y que forma parte de una serie más larga titulada Organizing for the future donde aconsejan a las compañías cómo mantenerse ágiles en el cambiante entorno de la actualidad.
Según la consultora, dos terceras partes de la población activa de EEUU está registrada ahora mismo en algún tipo de web como LinkedIn. Esto supone un número de 122 millones de trabajadores que exponen sus virtudes laborales y buscan relación con posibles empleadores en este tipo de páginas web. LinkedIn y páginas similares como Careerbuilder y Monster.com han cambiado la forma de conectar entre empleadores y empleados. A la vez, nodos digitales como Freelancer.com, Toptal y Upwork, donde autónomos y profesionales liberales ofertan sus servicios, han cambiado el modo de encontrar un buen proveedor de servicios en cualquier lugar del mundo, comentan en McKinsey.
Lo más relevante de todo este proceso, opina la consultora, es cómo ha ganado en transparencia el mercado laboral. Ahora, los mejores profesioanales de cada campo pueden exponer su valía y están ganando en libertad gracias a ello. Muchos de ellos entran en redes para encontrar nuevas oportunidades y para evaluar a posibles empleadores. Efectivamente, se trata también de evaluar el empleador. Porque numerosos profesionales utilizan ahora plataformas como Glassdoor para saber lo que dicen las personas sobre las compañías en las que han trabajado. Cuestiones como la satisfacción en el empleo, la cultura de la compañía y el estilo y facilidades para el trabajo están ahora expuestas al escrutinio público.
McKinsey hace una advertencia: las compañías que no gestionen su reputación en ese sentido o que consigan una buena sintonía con sus empleados pueden ver cómo pierden puestos en la carrera por captar y retener los mejores talentos. (Seguir leyendo)
