Hay quien dice que los hombres son incapaces de hacer dos cosas a la vez. Desde los tópicos más tópicos hasta la realidad del siglo actual, con una igualdad de género cada vez más conseguida, lo cierto es que las mujeres aún no han terminado de encajar en los puestos más top de las altas esferas. ¿Se equivocan las empresas?

Un estudio de The Peterson Institute for International Economics y EY demuestra que un liderazgo protagonizado por mujeres incrementa la rentabilidad de una organización. En concreto, el informe revela que una organización con el 30% de mujeres líderes puede incrementar su margen neto un 6%.

Así, para Stephen R. Howe, Jr., uno de los responsables de la investigación, este hecho plantea una cuestión: ¿Cuál sería el impacto económico global de tener más mujeres en puestos de alta dirección?

Un tercio de las compañías no tiene mujeres en sus comités directivos. Además, el 60% de los consejos continúa sin representación femenina, la mitad no tienen mujeres ejecutivas y menos del 5% tienen una CEO.

Además, casi 4 de cada 10 empresas de los países del G-7 no tienen mujeres en puestos de alta dirección, según las declaraciones de Grant Thornton, a través de su informe recogido por Forbes con motivo del Día Internacional de la Mujer. 

Ante este panorama, y a pesar de que ningún gobierno ha alcanzado aún la igualdad de género, la disparidad varía por países. Así, por ejemplo, en el caso de México las juntas directivas de las compañías están formadas por apenas un 4% de mujeres, mientras que en las empresas noruegas la cifra alcanza el40%.

Las diferencias no solo dependen de la geografía, sino que también influyen las tareas a desempeñar a la hora de elegir a un hombre o a una mujer como jefes. Tecnología, energía e industria son los sectores que menos representación femenina registran (8%-12%), frente al sector financiero, de salud y de servicios públicos (12%-18%).

Con todo, no cabe duda de que la diversidad de género tiene un impacto positivo en el funcionamiento y desarrollo de las empresas y contribuye a crear un camino más fácil para alcanzar objetivos.

Pero… ¿existen trucos para acelerar la incorporación de la mujer a estos puestos? El informe publicado por Accenture asegura que tanto la definición de liderazgo como las nuevas herramientas para captar talentos son esenciales para el cambio, el progreso y, en definitiva, para alcanzar la igualdad de género.

De esta manera, la adaptación a la era digital podría conseguir esta igualdad en los países desarrollados en 25 años, en comparación con los 50 años que se tardaría al ritmo actual. En los países en desarrollo, el lugar de trabajo podría alcanzar la igualdad de género en 40 años según el informe, en comparación con 65 años al ritmo actual.