Un Spotify o un Netflix dedicado a las mejores noticias. Una plataforma que por poco dinero te ofrece la mejor información disponible. Así es como se promociona la nueva página de la que todo el mundo habla estos días: Blende.
Grandes grupos y medios de comunicación como Axel Springer, The New York Times, Bloomberg, The Wall Street Journal, Newsweek, The Washington Post o Time han apostado fuerte para el lanzamiento en EEUU de una start up que ofrece una novedosa plataforma para la distribución de noticias de pago.
Blendle comenzó a forjarse en Holanda hace unos cinco años, de la mano de un equipo de jóvenes periodistas y expertos en comunicación digital. En el año 2014 estrenaron la plataforma en su país de origen, con noticias en neerlandés, y lograron cientos de miles de abonados. Al año siguiente vino el salto a Alemania, donde cuentan ahora mismo con 650.000 suscriptores. La mayoría de ellos son menores de 35 años, personas que habitualmente no compran periódicos ni pagan por la información en internet.
«El periodismo necesita un Spotify, un Netflix o un iTunes?, como quieras llamarlo. Una web que albergue los mejores periódicos y revistas y que permita a la gente navegar para buscar contenidos y pagar sólo por aquellos que lea. Donde además puedas ver lo que otras personas de confianza te recomiendan y puedas encontrar en poco rato las 10 historias que te encantaría leerte», explica Alexander Klöpping, uno de los fundadores de Blendle. En el mismo sentido argumenta su socio Marten Blankesteijn en esta interesante entrevista publicada en Medium: «Nadie quiere pagar por las noticias pero sí por el buen periodismo«.
La fórmula que ofrece Blendle consiste primero en negociar con los productores de contenido para alojarlos en la plataforma. Las personas dadas de alta deciden si quieren leerlos o no. A diferencia de Spotify o Netflix, que son plataformas para música y vídeo con una tarifa plana mensual de unos 10 euros, el modo de pago en Blendle es distinto. No hay tarifa plana, sino que se paga por artículo, por un precio que va desde unos céntimos de euro a menos de un euro. Es un modelo más parecido a iTunes y que en Holanda y Alemania ha sido un éxito.
Además, ofrecen una posibilidad: si al leer el artículo no te gusta, no pagas por él. La tasa de rechazo en Alemania es inferior al 3%. Una muestra de la buena curación de contenidos… o de la honestidad del suscriptor alemán, que no usa la picardía de leer y luego no pagar.
Pérdida de calidad del periodismo online
Los creadores de Blendle pretenden hallar una salida al callejón en que se encuentra el periodismo online. Los medios no han conseguido monetizar bien el tráfico en sus redes. Los que han optado por poner muros de pago no consiguen el número suficiente de abonados para ser rentables. Los que optan por ofrecer los contenidos en abierto ven depender los ingresos de la publicidad. Y la publicidad online se computa por clicks. De modo que los medios online están viviendo una degradación de los estándares de calidad. Cuenta más la cantidad de noticias y de clicks que las bondades del contenido. Y las webs se llenan de artículos superficiales, cortos, atractivos y con títulos diseñados para que la gente pinche fácilmente.
A cambio, Blendle ofrece un modelo distinto. Artículos de fondo, reportajes de investigación, los mejores contenidos del día seleccionados de distintas maneras. Por una parte, el equipo de Blendle elige la mayor parte de ellos; luego, los propios lectores van haciendo que destaquen los más populares. Además, el motor de búsqueda inteligente va aprendiendo con los comentarios del usuario, que va indicando el tipo de artículos que quiere leer. Al final, cada abonado encuentra una plataforma que crece con él y va aprendiendo sobre sus gustos.
Hay opiniones a favor y en contra sobre si Blendle ha llegado para quedarse o será flor de un día. Lo que ocurra a partir de ahora en EEUU marcará sin duda su futuro.
Entre los argumentos negativos sobre el futuro de la compañía están los que Frédéric Filloux, de Monday Note, expone en este elaborado artículo: El New York Times y Springer se equivocan con Blendle. El muy divertido, e interesante, ver la respuesta que Blendle dio a esos argumentos, que puede leerse aquí: Por qué Frédéric Filloux se equivoca con Blendle.
Sin duda, el experimento de Blendle es de lo más atractivo que hemos visto en tiempos recientes. Esperamos expectantes cómo funcionará su desembarco en EEUU.
