Sólo el 25% de los trabajadores de EEUU creen en la cultura corporativa de su empresa

Sólo un 23% de los empleados de EEUU opina que los valores que dice tener su empresa se pueden apreciar en su experiencia diaria en el trabajo. Y sólo un 27% afirma que cree en los principios y en la cultura corporativa de su compañía.

Esta desafección entre los empleados y su empresa es uno de  los resultados de una encuensta realizada por Gallup en EEUU. «Estos hallazgos deberían ser una señal de alerta para los líderes, pues despiertan una duda fundamental sobre si los trabajadores conectan realmente con los valores de su empresa, o con los valores que la empresa dice tener», afirman Nate Dvorak y Bailey Nelson, responsables del estudio de Gallup.

Parte del problema es que la «cultura corporativa» es algo difícil de definir y tiene numerosas interpretaciones. Gallup apuesta por entenderlo de una forma sencilla: es la forma de interactuar que tienen los miembros de una empresa y la forma que tienen de llevar a cabo el trabajo».

Según Gallup, su estudio indica que hay muchas compañías en las que existe una gran diferencia entre la cultura a la que se aspira, es decir, los principios que inspiran a sus líderes y que se declaran como objetivos de la empresa, y la realidad a la que se enfrentan cada día los trabajadores en su puesto.  «Esto genera inconsistencia y confusión en los empleados y en los clientes», dice Gallup. «Las compañías más exitosas identifican estos fallos de coherencia y ponen en marcha estrategias y procesos para acercarse cada vez más al espíritu o la cultura corporativa deseada, indican los autores del trabajo.

«La cultura corporativa puede ser un formidable motor de productividad. Pero cuando una empresa no consigue cambiar su estilo y acercarse a lo que quiere ser se produce un alejamiento de la satisfacción de los trabajadores y los clientes», dicen en Gallup.

Muy a menudo, los líderes de la empresa eligen muy cuidadosamente los los valores y principios que definen de forma ideal a su empresa, pero no se consigue que estos inspiren a los empleados y a la organización del trabajo. En realidad, afirma Gallup, no basta con declarar unos principios, sino en trabajar duro y de manera metódica para que estos sean una realidad. Ofrecen tres líneas básicas de trabajo para lograrlo:

  1. Definir, comunicar y gestionar de forma clara los valores de la compañía. Debe quedar claro que son una parte más de los objetivos de la empresa y de la marca y que hay que trabajar para hacerlos realidad.
  2. Cuantificar el avance. Definida la cultura corporativa que se quiere crear, hay que averiguar si se está avanzando para hacerla realidad. Se deben tomar medidas cuantitativas para poder analizar el progreso y comparar el avance con los objetivos de negocio conseguidos.
  3. Gestionar activamente la cultura corporativa. Las empresas deben gestiones y revisar de forma deliberada las actividades y los procesos para comprobar que son consistentes con los principios que dicen defender.
Felicitación Navideña