Pocas compañías niegan a estas alturas la necesidad de estar en Internet y vivir un proceso de digitalización. Pero, ¿realmente lo han conseguido? Las compañías que basan su negocio en la prestación de servicios a otras empresas (conocidas como B2B) que lo han hecho, obtienen beneficios 5 veces superiores a sus colegas que siguen trabajando con modelos tradicionales, según un estudio de la consultora McKinsey&Company realizado durante 3 años a 200 compañías B2B y B2C (que prestan servicios directamente a los consumidores). En todas, han evaluado su estrategia digital, su ocupación, cultura empresarial y bases de la organización.
A raíz de este estudio han comprobado los principales retos a los que se enfrentan las compañías B2B que han optado por la digitalización, como son competir con negocios que nacen y desaparecen rápido, tener precios más transparentes y competitivos o garantizar una interacción con los clientes, que reclaman cada vez más estar en contacto con las compañías y encontrar respuestas rápidas.
Según los consultores de McKinsey&Company lo más difícil es cumplir todas estas expectativas del cliente, puesto que para ello no solo hay que experimentar una reconversión digital, sino también repensar las bases del negocio y estar dispuesto a cambiarlo.