Cada vez son más los consultores y analistas que, después de una larga temporada en una gran compañía, apuestan por trabajar como consultores independientes e invertir su conocimiento y experiencia como ‘gig consultants’, que es como se conoce internacionalmente a este modo de trabajo creciente. Las estadísticas lo demuestran en Reino Unido, donde 55.000 de 175.000 consultores independientes y analistas trabajan de forma independiente. Y las previsiones de futuro van en alza.
Una reciente e interesante encuesta realizada por la consultora londinense Eden Mc Callum y respaldada por encuestadores del Insead and London Business School y el periódico Financial Times, dan algunas claves de esta revolución en el sector. Han entrevistado a 251 consultores y analistas independientes, y 108 que lo han sido en el pasado. Entre otras conclusiones, la mayoría de ellos coinciden en algunas ventajas de trabajar de manera independiente, como son trabajar duro cuando hay que hacerlo, tener variedad en las tareas o independencia burocrática.
La mayoría de los consultores que han decidido desempeñar su trabajo de manera independiente lo han hecho porque querían dar a sus clientes un trato más individualizado y a medida, o porque querían tener mayor control sobre su propia manera de organizar el trabajo. Casi todos los consultados reconocen que ganan el mismo dinero, o quizá algo más, que cuando trabajaba por cuenta ajena para otras compañías.