En la era de las redes sociales, éstas no son bienvenidas en todos los países. Los problemas que Facebook tiene en China no son una novedad. La censura del país asiático impide a la red de Mark Zuckerberg funcionar con normalidad, por eso, el director ejecutivo y financiero ha anunciado que prepara nuevas herramientas para satisfacer al régimen chino.

Sin embargo, hay otros casos en los que directamente se ha impuesto el veto. Este es el caso de LinkedIn en Rusia. Desde el pasado 17 de noviembre los operadores de telecomunicaciones rusos han bloqueado el acceso a esta red de contactos profesionales.  Este bloqueo llega después de la decisión tomada por la Inspección de Comunicaciones de Rusia (Roscommnadzor) y avalada por dos sentencias judiciales de primera y segunda instancia.

Ante las quejas de los internautas, el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov aseguró: “El organismo ruso actúa en plena concordancia con la ley y exige en consecuencia a las compañías que también las cumplan”. Y añadió que la Presidencia rusa no va a tomar cartas en este asunto.

Todo esto a día de hoy, porque en julio de 2018 entra en vigor en Rusia una ley, que se aprobó el pasado verano, en la que los operadores de telefonía e Internet deberán grabar y almacenar durante seis meses todas las conversaciones de sus ciudadanos.