El futuro sin texto

Vivimos en una época caracterizada por los cambios, la evolución de la tecnología y las nuevas modas que van definiendo nuestro ritmo de vida y que identifican al siglo XXI. Quizás uno de los cambios más evidentes es la inclinación de las formas de comunicación a una narrativa mucho más audiovisual, en declive del texto.

Cuando nació internet se utilizaba el texto porque alguna vez este fue el único formato que los ordenadores entendían. Sin embargo, con el avance tecnológico, comenzamos a darles ojos y oídos a las máquinas, inventándose los teléfonos inteligentes y una Inteligencia Artificial que les permite descifrar y manipular las características de los contenidos multimedia. Una cosa está clara, el internet de hoy en día no se asemeja en nada a su antepasado.

Durante años, el internet multimedia ha estado ganando terreno al internet basado en texto. Es más, en estos últimos tiempos, todo se ha acelerado drásticamente y ahora el audio y el vídeo son imparables. Los comunicadores más influyentes de internet que alguna vez trabajaron en páginas web y blogs, ahora lo hacen con audioseries (podcasts), programas de Netflix, memes de propaganda, cuentas de Instagram, canales de YouTube, etc.

The New York Times analiza las innovaciones digitales más atractivas que están surgiendo: los asistentes de voz fueron un éxito en la temporada navideña, así como el smartphone de Apple que detecta el rostro, o la Inteligencia Artificial para buscar fotografías o traducir las palabras habladas, así como la realidad aumentada, que inserta cualquier imagen en una vista en vivo de tu entorno. Todos estos avances se basan en las cámaras, los micrófonos, la voz, los oídos y los ojos. En conjunto, nos están enviando el mismo mensaje, el de un futuro sin texto.

No significa que el texto vaya a desaparecer por completo. En internet nada muere de verdad y el texto aún tiene sus éxitos. Aun así, hemos comenzado a vislumbrar las posibilidades más profundas de la cultura online en la que el texto se queda de fondo y los sonidos y las imágenes se convierten en el lenguaje universal.

Estos no son los únicos cambios que se experimentarán, el futuro está marcado por innovaciones que transformarán nuestras vidas y nos obligarán a adaptarnos a nuevas circunstancias. A este contexto no solo debemos adaptarnos individualmente sino lo han de hacer también las grandes empresas. Con la tecnología llegará también la automatización de muchas actividades, por lo que reinventarse y transformarse será la clave del éxito para muchas compañías.

Los CEO se encuentran en un ambiente en el que, cada vez más rápido, muchas herramientas, procedimientos, estrategias o recursos se quedan obsoletos. Por ello deberán saber adaptarse con un liderazgo de transformación, formación continua de los trabajadores, trabajo en equipo y la motivación necesaria para adentrarse en un entorno completamente diferente, ya que lo único permanente es el cambio.