Covid-19: una prueba en la lucha contra la desinformación

Han pasado ya varias semanas, incluso meses, desde que llevamos escuchando la palabra coronavirus o Covid-19. Durante todo este tiempo hemos leído cientos de noticias en los periódicos, también las hemos visto en los telediarios y hemos recibido cantidades enormes de contenidos por nuestras redes sociales, entre otras cosas.

Toda esta ola de informaciones supone una prueba de alto riesgo para la capacidad que tienen, tanto las plataformas de redes sociales, como los medios de comunicación o el gobierno, en la lucha contra la desinformación generada sobre el coronavirus, su origen, las muertes que está causando, cómo se contagia y las miles de dudas más respecto a este virus.

Solo para que sirva como ejemplo, el día 11 de marzo se produjeron más de 19 millones de menciones relacionadas con el Covid-19 a través de medios sociales, blogs y portales de noticias online en todo el mundo, según datos de la plataforma de análisis de medios sociales Sprinklr y recogidos en un artículo de eMarketer. No cabe duda que muchas, o la mayoría, de esas menciones proviene de fuentes legitimas. Pero también es cierto que, debido a la novedad de la enfermedad y a la naturaleza tan cambiante de ellas, hay que asumir que otra gran parte de las noticias son inexactas o, directamente, fake news.

Informe de CITCO contra las Fake News

Tanto es así, que el Ministerio del Interior ha tenido que elaborar el informe ‘Fake News y desinformaciones sobre el virus Covid-19 en fuentes abiertas’. En este documento se recopilan algunos de los bulos que ha identificado el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO).

Uno de los bulos que recoge el informe de CITCO

Dejar los zapatos fuera de casa porque el coronavirus se queda en el asfalto durante días. La necesidad de tener un tique de supermercado para salir a la calle. WhatsApp con un número de teléfono para pedir recetas médicas. Afirmaciones de gente que tienen la enfermedad, como El Vaticano sobre el Papa, o una supuesta cuenta de Twitter del diario El País para afirmar que la exalcaldesa de Madrid Manuela Carmena o el rey emérito Juan Carlos también están infectados.

Seguro que alguno de estos bulos te han llegado e, incluso, es probable que todos hayamos llegado a pensar en algún momento que uno podía ser verdad. Por esa razón, las autoridades competentes de nuestro país, el Ministerio del Interior, la Policía Nacional (ha presentado una guía para evitar ser manipulados) o Guardia Civil, entre otras, están utilizando las redes en el sentido contrario: desmentir este tipo de informaciones para evitar que se difundan entre la población.

Plataformas sociales, también contra la desinformación

Twitter o Facebook han servido para ciudadanos, celebridades o políticos para compartir sus experiencias con el coronavirus. Sin embargo, hay usuarios que, a pesar de las buenas intenciones, difunden información que es inexacta, ya sea de forma voluntaria o no. Por esa razón, estas plataformas han tomado también medidas para detener esos contenidos erróneos.

Siguiendo con el artículo de eMarketer, Faceboook ha proporcionado a la Organización Mundial de la Salud (OMS) anuncios gratuitos y, a la vez, ha bloqueado los de otras marcas que podían estar aprovechando esta situación para explotar sus productos curativos, por ejemplo. Además de  una mayor verificación de los hechos, Facebook ha añadido un pop-up que dirige a los usuarios a las páginas oficiales sanitarias, ya sea la del Ministerio de cada país, la de la OMS o Unicef, como muestra la fotografía:

Pop-up sobre el Covid-19 en Facebook

Por todo ello, hace unos días, 7 grandes compañías tecnologías (Facebook, Google, Twitter, YouTube, Microsoft, LinkedIn y Reddit) se unieron y emitieron un comunicado conjunto para luchar contra toda la desinformación. «Estamos trabajando estrechamente en los esfuerzos de respuesta al Covid-19», indica un comunicado conjunto, que ha sido publicado por las compañías en sus redes sociales, en el que también invitan a otras empresas a «unirse» a ellas mientras trabajando para mantener las comunidades «sanas y seguras».