Paralizada toda la actividad no esencial en España. Esta fue una de las ultimas medidas que se han establecido para frenar la curva del coronavirus. Esto implica que muchos sectores hayan tenido que frenar su actividad en seco o, por el contrario, reinventarse y seguir con su producción y servicios de una manera algo diferente.
En este sentido, la palabra digitalización está tomando un papel relevante. Incluso, puede marcar un antes y un después en los modelos de negocios. Durante estas semanas hemos podido ver cómo algunos profesionales han ofrecido sus servicios a través de la pantalla. Por ejemplo, psicólogos atendiendo a la población más afectada por el confinamiento, entrenadores personales ofreciendo clases y entrenamientos virtuales o fisioterapeutas aconsejando y guiando sobre posturas que debemos mantener durante el aislamiento para evitar dolores. Y, de forma más general, las empresas han tenido que echar mano más que nunca de las plataformas digitales para mantener el contacto con sus empleados/clientes.
Pero esta forma de adaptación o digitalización requiere también de ciertas herramientas, como puede ser una página web. Sin embargo, según el último informe de digitalización elaborado por GoDaddy y que recoge un artículo de Cinco Días, solo el 48% de las empresas tiene una web, a pesar de que el 98% de consumidores consideran que tenerla es imprescindible. Durante el tiempo que dure la situación por el Covid-19 “tener una página web y empezar a vender online, puede ser un salvavidas”, subraya Lola Puertas, directora general de GoDaddy, y añade que “una empresa sin web podría perder el 25% de sus ventas”.
Escasa digitalización
España sigue situada en la frontera entre las economías de segundo nivel y el grupo de economías más avanzadas en materia de digitalización, tanto a nivel global como en el contexto europeo. Esta es la principal conclusión del informe ‘España nación Digital 2019’ elaborado por la Asociación Española de la Economía Digital (Adigital). Esto no significa otra cosa que, a pesar de los avances realizados, nuestro país sigue sin aprovechar todo el valor asociado a la transformación digital en términos de crecimiento económico y bienestar social.
Esta escasa digitalización está marcada por las propias características del tejido empresarial español, es decir, debido a que está formado por microempresas y porque tiene un gran peso los sectores poco innovadores, como la hostelería, restauración o construcción. De esta manera, el 57% de las empresas españolas tiene un bajo nivel de intensidad digital, según datos de Eurostat recogidos en una artículo de La Vanguardia.
Además, esta escasez también está relacionada con la baja cualificación del personal. En el mismo articulo de La Vanguardia se menciona el barómetro de CTecno, que considera que solo el 42% de las empresas consultadas considera que su personal tiene competencias adaptadas a la era digital. Además, solo el 32% de ellas ofrecen formación generalizada a su plantilla.
En definitiva, el proceso de digitalización es muy importante para aprovechar nuevas oportunidades y abarcar lo máximo posible, y más todavía durante esta situación marcada por el coronavirus. Tanto es así, que incluso desde Gobierno, la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial ha estado trabajando en lanzar una aplicación (que está previsto que salga la próxima semana) para ayudar ante esta crisis y que sirva como una herramienta pensada para descongestionar los servicios de asistencia telefónica de todas las CCAA.