Pese a la expectativa generada, parece que China finalmente no va apoyar, al menos por ahora, las necesidades financieras de la Unión Europea. A la vista además de cómo está evolucionando la crisis griega, nadie podrá reprochar al gigante asiático sus cautelas.
Son varios los análisis que concluyen con una misma idea: aunque China está dispuesta y tiene la capacidad para apoyar a Europa, nunca entregará un cheque en blanco.
A China le interesa sobre manera fortalecer sus vínculos con Europa, que además de su principal socio comercial, juega un papel importante como contrapoder/bisagra respecto a EEUU, en lo que se ha dado en llamar el nuevo equilibrio del G3.
Pero como recoge este artículo de FT (‘Beijing will not ride to Eursone’s rescue‘), las decisiones financieras de China deben basarse en consideraciones financieras, y no se le puede culpar por no cubrir las expectativas generadas en Europa.
De igual forma, en este otro artículo de WSJ, (‘Europe doesn’t need China’s Money’), queda claro que los problemas de Europa no los va resolver China, y que la querencia de los líderes europeos por el respaldo chino está mostrando en el fondo su incapacidad para solucionar la crisis de forma satisfactoria.
Como recientemente se analizaba en el Blog Economismo de Javier Ayuso en El País,China no está exenta de riesgos y retos por delante, que deben servir para matizar su posible apoyo a Eurozona.