Está claro que el diseño y el precio son los factores que más pesan, habitualmente, a la hora de adquirir un ‘smartphone’ o una ‘tablet’. Pero hay un tercer elemento que encabeza las preocupaciones del usuario: la seguridad de los datos y la privacidad.
Así se desprende de un estudio publicado por eMarketer, que toma datos a nivel global y que establece que el 48% de usuarios citó la seguridad del manejo de datos y la privacidad como uno de los tres factores clave a la hora de adqurir un teléfono inteligente. Estos porcentajes fueron del 42% en el caso de las tablets y de un 51% en los ordenadores personales.
El dato respecto al ordenador personal no sorprende demasiado, porque se le asocia al uso de un mayor volumen de información confidencial -personal o profesional-, sobre todo si se compara con las tablets, más utilizadas en búsquedas y lecturas sobre temas menos profundos. Pero sí llama la atención que casi la mitad de usuarios de teléfonos cite la seguridad/privacidad como uno de los factores críticos, algo que podría estar ligado, entre otras razones, a que este tipo de aparato viaja con nosotros a todas partes.
El estudio de eMarketer revela también la actitud de los usuarios de móviles en EEUU respecto a su uso como medio de pago.
Más de la mitad señalan que están muy de acuerdo o de acuerdo en poder utilizar el ‘smartphone’ como medio de pago, pero un porcentaje muy superior -el 71%- afirma su preocupación sobre la seguridad si se usa como medio de pago.
Entre las razones citadas para no utilizar el móvil en las compras, según un análisis anterior de septiembre de 2011, el 32% de los encuestados citó la preocupación por la seguridad en el teléfono.
Lo cierto es que la seguridad y la privacidad se han convertido en un elemento clave en el uso de las nuevas tecnologías.
De hecho, no sólo existe esa preocupación respecto a la seguridad de los aparatos, como constata este estudio de eMarketer, sino que las dudas se han trasladado también al vasto universo de las redes sociales, donde cientos de millones de usuarios en todo el mundo dejan cada día información personal y profesional sin que hasta la fecha se haya podido garantizar la seguridad plena respecto a la privacidad de los mismos en el presente o en el futuro. De hecho, buena parte de los gigantes tecnológicos afrontan distintos procesos impulsados por las autoridades relacionados con estas materias.
La ecuación es difícil de resolver: al tiempo que ha crecido exponencialmente los usuarios de las redes sociales, han aumentado las dudas sobre una correcta garantía de la privacidad.