Aunque no está muy de acuerdo con el tono crítico y agresivo del libro That Used to Be Us, escrito por Tom Friedman y Michael Mandelbaum, Bill Gates sí que está totalmente de acuerdo con el mensaje del libro: las respuestas a los desafíos de EEUU se encuentran en el pasado del país. Así lo afirma en el blog The Gates Notes que el propio magnate revisa, según se asegura en la publicación.
En That Used to Be Us, Friedman -autor del best-seller The World is Flat-, continua con su tema sobre los cambios tan rápidos que se están produciendo en el mundo pero centrándose en los restos que estos cambios suponen para Estados Unidos y como el país ha de responder a esos retos.
En esta ocasión, en colaboración con Michael Mandelbaum, Friedman señala que las causas de este cambio de paradigma -la revolución digital y de Internet- proceden de las ideas y las tecnologías en las que EEUU fue pionero. Ahora, sin embargo, los cambios que EEUU potenció podían ser vistos como una amenaza a nuestra posición única en el mundo.
El mensaje básico del libro es que otros países, los que ahora están compitiendo con EEUU, están copiando del antiguo modelo de Estados Unidos y que los estadounidenses han cambiado. A medida que nuestra sociedad ha prosperado, nos hemos vuelto más cuidadosos con la protección de los derechos de las personas y en no dañar el medio ambiente, por ejemplo, dice el autor del blog. Es bueno que nos preocupemos por estas cosas, pero nos frena en comparación con otros países que se encuentran en una etapa temprana de desarrollo. Y no siempre sabemos equilibrar los derechos y las preocupaciones medioambientales con el propósito de la creación de empleos y el crecimiento de la economía, añaden.
Los autores del libro tienen una ingeniosa sugerencia sobre cómo mejorar el diálogo político en EEUU: creando un tercer partido. Tal vez eso cambiaría el ambiente híper-partidista que evita el compromiso y la discusión seria sobre compensaciones y sacrificios. Un par de décadas atrás, cuando las divisiones partidistas no eran tan fuertes, algunos políticos crearon compartimentos para sí mismos al convertirse en expertos en áreas concretas. Se rodearon de gente competente y dominaban la materia. Eso les ayudó a equilibrar las compensaciones y llegar a soluciones inteligentes ante los problemas planteados. Tal vez un tercer partido podría ayudar a fomentar ese tipo de especializaciones y experiencias de nuevo.
Nuestra posición particular, dice el blog, en relación a otros países es en gran medida el resultado de los errores garrafales cometidos en el pasado. Durante décadas, China manejó su economía sin los incentivos del mercado. Se mantenía muy pobre. Cuando China se abrió en 1979, comenzaron a copiar nuestras buenas ideas. Subieron los precios sobre la base de la demanda del mercado. Iniciaron la construcción de infraestructura y buenas universidades. Tenían mucha tarea para ponerse al día, pero podían actuar con rapidez, en parte porque no tenían tanta dificultades con las que luchar como tenemos en Occidente. Hoy los chinos son como nosotros en la década de 1950. Sin embargo, algunos estadounidenses se sienten amenazados por eso.
Simpatizo, dice el autor del blog revisado por Gates, con la ansiedad que algunos estadounidenses sienten acerca de la posición relativa del país en el mundo, pero creo que mucho de todo ello está fuera de lugar. He visto las encuestas que muestran que la mayoría de los estadounidenses creen que sus hijos vivirán peor que ellos. Creo que la vida de los estadounidenses continuará mejorando. Con nuestros desafíos económicos actuales a un lado, ¿Cree la gente que Internet se ralentizará? ¿Que los medicamentos contra el cáncer dejarán de funcionar y no vamos a inventar otros nuevos? ¿Que los coches del futuro tendrán frenos y dirección manuales? ¿Que las mujeres perderán sus derechos? ¿Que vamos a volver a ver las cintas VHS de nuevo?
La ansiedad sobre nuestro lugar en el mundo no debe llevarnos a ignorar todas las mejoras que ocurren como resultado de la innovación sobre los progresos. No hay que preocuparse tanto de si otros países se están poniendo al día con nosotros. En cambio, debemos renovar nuestra propia vitalidad económica, haciendo lo que hemos hecho antes: invertir a largo plazo en la educación, la ciencia, las infraestructuras y contar con un gobierno estable, termina diciendo el artículo de The Gates Notes.