Los chinos siguen consumiendo, pero buscan otros bienes y servicios

El crecimiento chino ha maravillado al mundo durante las dos últimas décadas, pero últimamente está dando señales desfallecer. La desaceleración del crecimiento económico, la depreciación de la moneda y los vaivenes en la Bolsa hacen temer  que el milagro del gigante asiático puede desvanecerse. Sin embargo, estas preocupación no parece que se haya trasladado todavía a los consumidores chinos. De hecho, su confianza se ha mantenido firme durante los últimos años, en los que los salarios han seguido creciendo y el paro se ha mantenido relativamente bajo.

Ciudadanos chinos en un día de compras en un área comercial. © Jakob Montrasio
Ciudadanos chinos en un día de compras en un área comercial. © Jakob Montrasio

Lo que sí está cambiando es la forma que tienen de consumir y también los bienes y servicios que están adquiriendo. Un estudio recién publicado por la consultora McKinsey (2016 China consumer report) ofrece interesantes revelaciones sobre cómo evoluciona ese gigantesco y suculento mercado, formado por 1.367 millones de personas. Según la encuesta, realizada a 10.000 personas de 18 a 56 años de las 44 principales ciudades de China, los consumidores se están haciendo mucho más selectivos en el gasto, pasando de los productos a los servicios y apostando por los segmentos de más valor y han entrado de lleno en las compras online y los pagos por móvil. Su fijación por las marcas de referencia es cada vez mayor y los viajes al extranjero son uno de los caprichos que todos desean darse. 

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Además, tras años en los que el esfuerzo laboral y los ingresos parecían ser el motor individual, empieza a apreciarse un interesante cambio psicológico hacia la búsqueda del bienestar. Cada vez son más los chinos que declaran que su objetivo es encontrar un  mejor balance entre el trabajo, la vida familiar y la salud.

Otra de las tendencias es la fijación por las marcas de referencia: la mayoría de los consumidores afirman que optan por la opción más cara si esta es de una marca de confianza.  El auge de los centros comerciales como lugar de ocio y de compras, es otro de los cambios que empiezan a apreciarse: muchos chinos afirman que el retailtainment  es la mejor para “pasar el tiempo con la familia”.

Para McKinsey, estamos asistiendo a la “modernización del consumidor chino” lo que supone que el mercado del gigante asiático se está haciendo más complejo y desafiante para las compañías que pretenden posicionarse allí.  En ese sentido hay que interpretar algunos de los llamativos datos que ofrece la encuesta. Las compras online y por móvil han crecido de forma impresionante. En 2015, China fue el país del mundo con mayores cifras de e-commerce, que dejó unos ingresos de 615.000 millones de dólares, aproximadamente la mitad del PIB español. Y respecto a los pagos por móvil, un número lo dice todo: en 2011, está tecnología aún no había llegado a China. En 2015, el 25% de los consumidores ya utilizaba esta forma de pago.

(El estudio completo de McKinsey puede leerse en 2016 China consumer report)

 

Felicitación Navideña