Todas las empresas e iniciativas agradecen la presencia de personas con liderazgo, capaces de transmitir energía a sus compañeros o subordinados. Pero ¿qué entendemos por energía? ¿Estamos seguros de lo que significa en entornos laborales?
En la consultora The Boston Consulting Group (BCG) han tratado de responder a esa cuestión preguntando a 50 directivos de diversas entidades -desde start ups californianas, a ONGs y empresas incluidas en Fortune 500- cómo generaban y transmitían energía y cómo hacían para captar y modelar el tono energético de sus organizaciones.
“La energía es una fuerza palpable, una corriente que opera en todas las direcciones a a través de una organización. Pero energía no siginifica personalidad, pasión, carisma, extroversión o ánimo entusiasta, caracteres que son erróneamente atribuidos a la energía; en realidad tiene más que ver con el foco estratégico, la gestión del tiempo, los rituales personales, la.autenticidad, el carácter, la disciplina y la comunicación”, afirman en Boston Consulting Group para presentar la encuesta (Good Vibrations: The CEO’s Practical Guide to Create and Amplify Energy).
“Los consejeros delegados que desprenden energía aceleran la creación de valor, mientras que aquellos que roban energía o permiten que se disipe difícilmente consiguen cumplir los objetivos corporativos”, dicen en BSC . La práctica mayoría de ellos considera que gestionar la energía es una del aspectos críticos de su puesto. Según las respuestas de los 50 líderes entrevistados, en BSC concluyen que hay cuatro dimensiones de la energía cuando se habla de ella en entornos corporativos:
La energía es contagiosa
En cada interacción, el CEO desprende energía. Puede ser positiva o negativa y no afecta sólo al inmediato receptor. Se amplifica a través de la organización. Una reunión insatisfactoria con el jefe o incluso un intercambio rápido de palabras tienen consecuencias.
La energía una fuerza para la creación de valor
La energía positiva produce engagement entre los empleados, alineación con los objetivos y agilidad. Inspira confianza personal y sentido dentro de la organización. Libera capacidades y mejora la capacidad de la organización para ejecutar la estrategia al poner en movimiento las reservas de compromiso y esfuerzo por parte de los empleados.
La energía es una coreografía
La energía positiva no viene sin más. Se diseña y se genera de forma deliberada. Muchos de los líderes entrevistados por el BSC trabajan ese aspecto y lo ponen en práctica en reuniones críticas, conversaciones, los mensajes que envían e, incluso, con su lenguaje corporal.
La energía necesita medida
Los líderes necesitan entender si transmite el nivel de energía requerido, porque demasiado puede ser tan dañino como demasiado poco. También necesitan tener un retorno sobre el nivel de entusiasmo que hay en la empresa. Y si es necesario saber cuándo parar y enfocar la presión hacia otra parte.
El artículo completo puede leerse en Good Vibrations: The CEO’s Practical Guide to Create and Amplify Energy