Vivimos rodeados de neologismos relacionados con el trabajo y la vida actual. Basta echar un vistazo a las bussines cards para ver la enorme cantidad de ocupaciones y puestos de trabajo que surgen cada día y que muchas veces no sabríamos ni definir. Y eso por no hablar de términos como millenial, geek, nerd o hipster que han pasado al uso común en poco tiempo.
Toca incorporar uno nuevo del que se habla cada vez más, el de knowmad. Un neologismo que combina las palabras inglesas know (conocer) y nomad (nómada) y que se emplea para definir a los trabajadores nómadas del conocimiento y la innovación, eso que tienen que llevar a cabo un cambio de mentalidad o un reciclaje de habilidades sostenido para adaptarse a un entorno laboral cambiante. Las nuevas tecnologías y ocupaciones, el teletrabajo y los nichos laborales inéditos que van surgiendo fuerzan a los trabajadores a reinventarse. Los knowmads son creativos, innovadores, abiertos a cambiar de ocupación y a colaborar con otros. Son profesionales valorados por su conocimiento, sus resultados y por su propia marca personal, vinculada a la imaginación y la flexibilidad.
Raquel Roca, periodista y autora del libro Knowmads, los trabajadores del futuro, una de las primeras obras en hablar extensamente sobre el término en España, lo explica así: “El knowmad es un tipo de profesional que supone la evolución de casi todos los otros perfiles laborales, como autónomo, freelance, emprendedor o autoempleado, al que se añaden unas características que van más mucho allá de un régimen o forma de financiación. Cualquier persona, desde CEO o empresario hasta el empleado de primera línea, puede ser knowmad. Y no es moda pasajera porque va a ser el tipo de profesional que más crezca y se desarrolle en el futuro cercano, básicamente porque es el que reúne todas las condiciones para trabajar con las exigencias que piden los nuevos tiempos, y que por lo tanto también será el que requieran las empresas”, dice
El concepto knowmad fue acuñado por el sociólogo John Moravec, quien dedica especialmente su trabajo a reflexionar sobre el aprendizaje y la educación. Defiende que la sociedad actual conduce a que aprendamos, trabajemos, nos relacionemos y tengamos momentos de ocio en todo tipo de contextos nuevos y de una forma interconectada como no habíamos conocido hasta ahora. Ante eso, la educación debería cambiar y olvidarse de los currículos formativos inamovibles y el estatismo de las aulas para pasar a “aprender haciendo”. Moravec es el impulsor de un Manifiesto 15 en el que defiende esta visión.