Según los datos que se han facilitado en el primer Foro de la Movilidad e Internet de las Cosas que se celebró en Madrid, dentro de cuatro años cada persona tendrá entre dos y seis terminales IoT (Internet of Things) o IdC (Internet de las Cosas). Aunque es curioso porque el 87% de los usuarios de Internet desconocen que es el IdC. Aún así, los sectores en los que más se emplea son la salud, la movilidad y el ocio.
Fruto de ese desconocimiento surge la vulnerabilidad de los dispositivos tecnológicos, lo que conlleva que se propaguen ataques piratas. Las principales amenazas son el secuestro de la información, el asalto a la privacidad o intimidad de los usuarios, el uso de un dispositivos para asaltar a terceros, la venta de datos y la manipulación o suplantación de comunicaciones indirectas. Además de estos temas, en este foro organizado por el Centro de Estudios en Movilidad e Internet de las Cosas (CEMIoT) se plantearon unas nociones básicas de ciberseguridad. Éstas son: Verificar la seguridad de la wifi que se emplea, adquirir productos homologados o con sello de calidad y configurar el dispositivo para facilitar el mínimo imprescindible de datos.
Además de hacer recomendaciones a los usuarios también se ha sugerido a las empresas fabricantes la protección de la confidencialidad de su información tanto en reposo como en tránsito y la aplicación de tecnologías PET ( Privay Enhance Technology).