Nos encontramos inmersos en un gran debate en torno al empleo y sus condiciones. Una de las grandes preguntas es cómo se verá afectado por la inteligencia artificial y la automatización, dos aspectos que preocupan porque pueden llevar a que desaparezcan muchos puestos de trabajo.
Pero además de esto, hay otro punto que está en juego: la relación entre empleador y empleado. Si miramos atrás, nos damos cuenta de cómo ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Por ejemplo, desde 1950 hasta 1980 esa relación garantizó seguridad laboral y estabilidad financiera para los trabajadores. Eso sí, el coste que asumieron fue el de prometer lealtad a la empresa.
Otro ejemplo que pone en evidencia el cambio en la relación entre trabajadores y empleadores es una encuesta realizada en 2017 por Gallup y que recoge la web The Worl Economic Forum. Se realizó entrevistando a trabajadores estadounidenses y se descubrió que, únicamente, un tercio de los encuestados se sentía comprometido con su trabajo. Es decir, empleadores y empleados no se necesitan. Los primeros quieren estabilidad laboral y productiva y, los segundos, estabilidad y seguridad en los salarios, así como un lugar de trabajo cómodo.
Para cambiar esta situación, Thw World Economic Forum propone cinco aspectos que se pueden poner sobre la mesa:
- Que el trabajo esté orientado a un propósito. Es decir, que los empleados sientan que con su labor están contribuyendo a resolver problemas sociales.
- Ofrecer la oportunidad de que los trabajadores crezcan y desarrollen habilidades en varias ramas de la empresa, no solo de forma lineal con su puesto.
- Ampliar los beneficios de los trabajadores en función de la demanda actual. Por ejemplo, en cuidados de niños y ancianos, problemas de salud, gastos en estudios, etc.
- El líder corporativo debe desarrollar su rol a modo de mentor con cada empleado, de manera que todos se sientan cuidados y atendidos. Además, deben estar visibles y ser accesibles para los trabajadores.
- El ambiente laboral debe inspirar diversidad e inclusión en el que los trabajadores puedan ser ellos mismos y contar sus preocupaciones, pues cada vez pasamos más tiempo en el trabajo y menos en el hogar.
Teniendo en cuenta estos cinco puntos básicos podemos crear empleos más satisfactorios en los que la relación empleador-empleados se haya modernizado y redefinido en base a la economía del siglo XXI y siempre mirando hacia el futuro.