En un mundo cada vez más tecnológico y digital, los puestos de trabajo van creándose, destruyéndose o transformándose, siendo sustituidos, en muchas ocasiones, por máquinas. El mundo digital ha conseguido que muchos trabajos cotidianos se simplifiquen en ordenadores, por lo que muchas tareas con las que antes habría que desplazarse o realizar alguna otra actividad, hoy en día se unifican en una sola máquina en nuestro escritorio.
Esto es algo muy positivo para el avance en la empresa y la economización de las actividades, sin embargo puede suponer algunos problemas para los trabajadores que todas las empresas deberían tener en cuenta, así como riesgos derivados de otro tipo de trabajos que no se deben pasar por alto. Las compañías cada vez más se preocupan porque sus trabajadores pasen su jornada laboral en un ambiente lo más apto posible para que puedan desempeñar sus funciones de la forma más cómoda. Este interés por lograr una relación sana entre los empleados y el ambiente de trabajo se conoce como ergonomía y es una de las preocupaciones actuales de las empresas.
La ergonomía estudia cómo se encuentra el ser humano en su lugar de trabajo. Según Forbes, el compromiso de las empresas en este aspecto se materializa en la implantación de políticas de prevención de riesgos laborales. El objetivo de esta medida es conseguir unas condiciones idóneas de trabajo y evitar los accidentes que pueden surgir de cada una de las tareas que se desarrollen en ese determinado puesto de trabajo.
Muchos trabajos requieren adoptar posturas que, en caso de no ser adecuadas, pueden derivar en enfermedades o molestias que dificulten el trabajo. Por esta razón, las empresas deben diseñar un área de trabajo que responda a sus propias necesidades pero también a las de sus trabajadores. En este sentido hay que tener en cuenta el mobiliario, la iluminación, la accesibilidad y, en definitiva, todas las instalaciones.
¿Qué se consigue con una buena aplicación de la ergonomía? Son muchos los beneficios como el aumento de la producción, menos estrés o una mayor motivación en los trabajadores. Además también se consigue una disminución del riesgo de lesiones y de enfermedades profesionales, mejoras en la calidad del trabajo o la disminución del ausentismo laboral. La ergonomía no solo mira por el bien de la empresa sino por la salud de los trabajadores, consiguiendo no solo un aumento de la eficiencia sino también un buen clima organizacional y de trabajo.
Es importante que las empresas inviertan en tecnología, nuevas herramientas y procedimientos, Inteligencia Artificial o Big Data, ya que suponen el cambio en el modelo empresarial. A pesar de esto no podemos olvidar el aspecto más importante con el que cuentan las empresas, que no es la tecnología o la maquinaria, sino el factor humano.