Parece que las redes sociales son un terreno abonado para el éxito de las organizaciones benéficas y su estrategia de comunicación. Pero no es así, al menos, según el análisis realizado con las 10 primeras instituciones benéficas o ‘charities’ de EEUU.
Conforme al blog Techi, estas organizaciones están realizando un trabajo horrible en las redes: las 10 instituciones acumulan apenas algo más de 900.000 seguidores en Facebook, aunque más de la mitad se lo llevan las dos primeras, Cruz Roja (335.000) y la Asociación Americana contra el Cáncer (249.000. Esos poco más de 900.000 seguidores pudieran parecer una cifra apreciable, pero son 13 veces menos, por ejemplo, de las personas a las que les gusta Ferrero Rocher, explica el blog.
La verdad es que intuitivamente cabría pensar que una organización benéfica es fácil de situarse en las redes sociales con muchos seguidores, por la ausencia de ánimo de lucro, la bondad social de su actividad y su necesidad de interactuar con mucho público diverso.
Pero a la vista de los resultados mostrados por Techi eso no es así necesariamente. La solución se resume en una idea: analizar bien la situación de partida y los objetivos que se buscan y diseñar una adecuada campaña en las redes sociales. Y para ello, lo mejor sería dejarse ayudar por especialistas.