Cada día aparecen noticias de la guerra entre los gigantes tecnológicos en la supuesta defensa de sus patentes.
La más sonada en las últimas semanas es la cruzada de Apple y su iPad frente a Samsung y su Galaxy Tablet, debido a la supuesta ‘copia’ del diseño del ‘smart device’, pero dónde realmente se producen las batallas es en el campo del software.
Muchos móviles, mucha innovación y mucho dinero. Mucho dinero que, además, ha servir para pagar cantidades ingentes los últimos años en esta guerra de patentes que parece no tener fin.
Esta es la razón por la que parece difícil que el propietario de cualquier patente, por nimia que pueda ser, vaya a renunciar a los royalties que puede recibir de este mercado que hoy por hoy crece exponencialmente.
En este artículo de Monday Note (‘Crazy Patent Wars’), se analizan los efectos de esta inacabable guerra entre fabricantes, que puede llevar a que estas compañías pronto tengan más abogados que ingenieros, señala el autor con cierta ironía.
La situación, afirma Jean-Louis Gassée, se complica más si cabe y se convierte en una auténtica locura en el mundo de los móviles inteligentes.
En este mercado cualquier algoritmo tiene mucho más valor, y ello es así por dos razones fundamentales: la propia complejidad de los ‘smartphone’ y el extraordinario volumen de dinero que mueve dicho mercado.
Es por ello que no parece fácil, sino todo lo contrario, que esta guerra multimillonaria se acabe algún día.