Después de los resultados electorales de la primera vuelta para acceder a la Presidencia en Francia las perspectivas y las encuestas para la segunda ronda, este próximo domingo día 6, siguen situando a François Hollande como favorito ante Nicolas Sarkozy. Sin embargo, un cierto punto de incertidumbre, provocado por el espectacular resultado conseguido por la extrema derecha que lidera Marine Le Pen, hace que algunas dudas se ciernan sobre el resultado final tal como reconocen la mayoría de analistas y medios; entre ellos el prestigioso Economist Intelligence Unit.
Hollande cuenta a su favor con la débil situación económica derivada de la crisis y la mala gestión de Sarkozy. Pero este puede obtener un gran número de votos procedentes de la extrema derecha con quien el todavía presidente comparte algunos puntos programáticos tales como la inmigración. Es decir, que, después de analizar los resultados de la primera vuelta, es claro que en la segunda intervendrán factores ajenos a los contendientes.
Aunque en las encuestas el favorito sigue siendo Hollande la diferencia a su favor es ahora más estrecha de lo que las encuestas pre-electorales sugerían y se ha reducido aún más en otras encuestas recientes. Las encuestas preelectorales indicaban que Le Pen iba pareja con Jean-Luc Melenchon, el aglutinador de los situados a la izquierda del Partido Socialista. Sin embargo, en la primera vuelta, este último consiguió el 11 por ciento, muy por debajo del 18 por ciento de Le Pen.En el resultado final también influirá la decisión de los votantes del centrista Francois Bayrou que obtuvo poco más del 9 por ciento y que todavía no ha dejado claras sus intenciones en la segunda vuelta.
Sarkozy supo vender el apoyo a los postulados de la extrema derecha en la primera vuelta prometiendo reducir a la mitad la inmigración y endurecer la seguridad. Sin embargo, muchos partidarios del Frente Nacional creen que les traicionó durante el ejercicio del cargo. Por su parte, Marine Le Pen, crítica con Sarkozy durante mucho tiempo, ha evitado respaldarle claramente hasta el momento. Además una derrota de Sarkozy le daría a Le Pen los suficientes ánimos como para intentar encabezar la derecha francesa. De momento, las encuestas de The Sunday sugieren que un 48-60% de los simpatizantes del Frente Nacional votarán a favor de Sarkozy, dejando espacio para que Hollande recoja un respetable número de votos de la extrema derecha.
Hay la misma incertidumbre en los partidarios de Bayrou, líder del MoDem de tendencia centroderechista moderada y cuyos votos podrían ser decisivos en la segunda ronda. La lógica dice que habría de inclinarse por Sarkozy, sin embargo ha sido profunda y radicalmente crítico con el presidente. En este caso las encuestas señalan que sus partidarios se muestran, en gran parte, divididos casi al 50 por ciento en sus preferencias electorales para la segunda vuelta, con un tercio de indecisos
Y por muchas razones su lealtad, naturalmente, sería para el señor Sarkozy, que se vende como la voz de la prudencia fiscal contra los impuestos a las clases altas anunciados por Hollande. Sin embargo, Bayrou ha sido estridentemente crítico con la labor del actual presidente en el cargo, y sus partidarios centristas se han atribulado por la retórica xenófoba de Sarkozy en las elecciones. Las encuestas sugieren que sus partidarios están casi igualmente divididos entre los señores Hollande y Sarkozy, con un tercio de ellos indecisos, resalta el artículo de EIU. Es decir: Hollande sigue siendo favorito según las encuestas, pero todo podría suceder a tenor de los resultados de la primera vuelta.
