Una expansión persistente y significativa de la población en edad de trabajar ha sido un factor de apoyo para el crecimiento en los mercados emergentes durante décadas, pero el proceso ha comenzado a desaparecer en estos últimos diez años, según el estudio de BBVA Research sobre los países denominados Eagles. Entre estos, Rusia es un caso aparte, con la demografía estancada desde los años 90, mientras que Corea y Taiwán comenzarán a disminuir su población en edad de trabajar en pocos años. China experimentará un empeoramiento repentino a corto plazo. India, Indonesia, Brasil, México y Turquía al contrario, seguirán disfrutando de una expansión en las décadas siguientes, aunque con menos intensidad.
Los mercados emergentes necesitan para compensar los cambios demográficos, encontrar otras fuentes para mantener un alto crecimiento. Los países deben impulsar la productividad, aumentar la contribución de capital al crecimiento y cómo elevar las tasas de participación cuando sean bajas, especialmente para la mano de obra femenina y, en algunos casos, poner en marcha reformas en sus mercados laborales para reducir la tasa natural de desempleo aún mayor. La presión de la inmigración también debe ser bienvenida.
Los datos demográficos siguen siendo un premio para muchos países, pero un crecimiento demasiado rápido de la población sigue siendo uno de los retos sociales más importantes. Un aumento de la población en edad de trabajar también requiere una cantidad importante de creación de empleo. India, Indonesia, Brasil, México y Turquía necesitarán una creación de empleo del 1-2 % anual en los próximos años para mantener las tasas actuales de desempleo. El panorama es aún más difícil para India y Turquía, ya que actualmente tienen altas tasas de desempleo y bajas tasas de participación. En este sentido, Egipto (que era uno de los países EAGLES y cayó a la categoría Nido después de la primavera árabe) es el peor de los casos en términos de su incapacidad para generar oportunidades de trabajo relacionadas con tensión social.
La demografía no está cambiando sólo a los países desarrollados: el envejecimiento es sólo una cuestión de tiempo para los mercados emergentes. Los cambios demográficos parecen haber tomado a muchos por sorpresa, especialmente con respecto al impacto de las sociedades que envejecen en el potencial de crecimiento, la sostenibilidad fiscal y el comportamiento ahorro / inversión. La historia podría terminar repitiéndose para los países emergentes, ya que son pocos los que tienen en consideración el envejecimiento como problema.
Buscando fuentes de crecimiento más allá de la demografía. Puesto que la población en edad de trabajar pierde impulso, otras fuentes de crecimiento tendrán que aparecer incluso en los países con características demográficas más favorables. India, Indonesia, Brasil, México y Turquía tendrán que generar un nuevo crecimiento de alrededor de 1,5 pp de fuentes distintas de un aumento de la población en edad de trabajar. Las tres excepciones a la aceleración del crecimiento son Rusia, China y Corea.
Siguiendo el enfoque de la función de producción clásica estas fuentes alternativas tendrán que venir o bien del resto de factores del mercado laboral (aumento de las tasas de participación, reducción del desempleo estructural o aumento de los flujos migratorios), aumentos de capital de cotización o beneficios del progreso tecnológico. Centrarse en los factores de mano de obra, una reducción en las tasas de desempleo también será necesario en algunos países como la India y Turquía, donde reformas del mercado de trabajo son deseables. La tasa de participación laboral también se puede mejorar, especialmente en aquellos países con cifras muy bajas en el segmento femenino, como una vez más, India y Turquía. Por último, la inmigración podría compensar en parte el empeoramiento en la demografía especialmente en lo que concierne a la población en edad de trabajar.
Convertir los datos demográficos de expansión en premio al crecimiento es un reto a la creación de empleo. Una población expansiva en edad de trabajar ha sido considerada tradicionalmente como una prima de crecimiento, una visión que asume la creación de empleo no es una limitación en la función de producción. Sin embargo, como alguno de los peores escenarios de la primavera árabe han demostrado, una cantidad significativa de nueva fuerza de trabajo con el tiempo puede dar lugar a presiones del mercado laboral e incluso al malestar social si, junto con el caldo de cultivo social, el mercado laboral no es capaz de absorber la nueva fuerza laboral. Por lo tanto, es de gran interés para los Eagles evaluar el grado del desafío de la creación de empleo en los años venideros.
¿Qué pasa con los jóvenes? La estructura por edades de la población también es importante. Especial atención merece el sector de personas jóvenes (15-24 años), los recién llegados al mercado de trabajo y el grupo más sensible para mostrar su descontento si las aspiraciones de trabajo no se cumplen, especialmente cuando las tasas de matrícula de educación secundaria y terciaria están aumentando. Una forma ilustrativa de analizar esto es ver las pirámides de población. Encontramos un buen ejemplo en Egipto, el ángel caído en el grupo de Eagles y uno de los principales países de la primavera árabe.
Entre Egipto y el ejemplo contrario de los países del G7 nos encontramos con que en las pirámides de las Eagles hay un grupo de países (India, Indonesia, Brasil, México y Turquía), donde la estructura de la población es más similar -aunque no es tan preocupante-, a la egipcia, y donde, además, podría surgir la presión de desempleo juvenil. Por el contrario, China, Corea y Rusia se enfrentan a una estructura de población de edad avanzada, aunque todavía lejos de la estructura del G-7. Aquí, la presión de desempleo de los jóvenes disminuirá. Sin embargo, se enfrentarán a otros problemas como la disminución de la fuerza de trabajo y las presiones de salud y los sistemas de pensiones. (Ver el informe completo).
